Antes de que la Navidad se instale por completo en nuestras rutinas, quisiera pararme un momento en el recuerdo de los cálidos días del verano…
Y es que, no sé a vosotros, pero ¿no os da la sensación de que durante todo el verano la gente andamos como locos con el “tema bodas”?
Si no has sido uno de los protagonistas principales puede que hayas sido un familiar cercano, una mejor amiga… o incluso un invitado por compromiso.
-”Tengo que ir a mirar zapatos.”
-”No puedo, el sábado se casa mi prima.”
-”Al final, ¿cuándo era la despedida de Mario?”
-”¿Tienes algún bolso negro?”
-”¡Mira que pendientes tan chulos me he comprado para la boda!”
-”Pues como no pidas cita ya, te va a tocar ir a otra peluquería…”
-Bla, bla, bla..
¿En serio? ¡Si los que se casan son ellos!
Y sin ellos no hay boda.
Ellos, los Novios (que sois maravillosos y siempre vais espectaculares) son los que quieren que estéis ahí. Que disfrutéis al máximo ese día (¡su día!) que tanto esfuerzo les ha costado para que todo salga perfecto, por ellos pero sobre todo para vosotros.
Acompañadlos, abrazadlos, reíd, llorad, pero sobre todo, divertíos… y haced de su boda, ¡un día inolvidable!
Por eso, un último brindis de terraza…
Por ellos, por los Invitados…
¡¡QUÉ VIVAN!!